Creer parece que en muchos de los casos, significa un
atentado contra la razón, porque gracias a la fe, se han encubierto muchos de
los grandes crímenes en la historia humana, solo para que ahora veamos como la
ciencia y la tecnología reciben el turno para mostrarle a los teístas como
exterminar vidas. La realidad es una, la verdad y la fe son reales cuando
existen por que guían el sentido de una vida, sin importar si es famoso, o no,
esta guía es subjetiva y no es un fundamento ni un universal. Entender como es
que los extremos se tocan, es un proceso espinoso, y tal vez imposible de
explicar. Ahora solo queda preguntarnos, ¿Porqué hay conversiones, porqué hay
un largo historial de creyentes y agnósticos que han tenido lo suficiente para
transformar su realidad? Al final todo es una creencia, una aproximación.
Siempre me quise acercar a un paquidermo, la primera vez que lo hice fue en un
circo, era un hipopótamo pequeño, ahora se que los circos con animales están
mal, porque los tratan como basura; en ese momento yo necesitaba saber como era
algo que solo podía imaginar. Lo opuesto es encontrar pequeñas migajas de una realidad
inmaterial, para aproximarnos a algo que es más grande. Tener una evidencia
de esto cambia todo, porque si realmente hay una conexión entre cosas que
puedan ser señales, o el pasado, el presente y el futuro… miles de conexiones
zumban en mi cabeza, pero para alguien en este instante, esos zumbidos son
realidades.
Los adictos, los leprosos, los marginados, los locos.
¿Porqué es necesario mostrar que en aquellos que están en la
mierda de la mierda social, esta la clave para el cambio? No es la pintura,
solo la luz reflejada en ella. El crisol de experiencias sórdidas y hostiles
que solamente escuchamos en aquellos medios destinados a “ablandar” nuestra
indolente conciencia, es solo parte del plan para poder seguir señalando
personas y hacer el blanco más blanco y el negro más negro. El proceso de
atravesar esos lugares oscuros en la vida es otro. Las personas son distintas,
los errores pueden ser los mismos, pero la gente es distinta. Ahora sabemos que
una desviación ligera de un camión de papas rumbo a Guatemala puede hacer que
los osos polares enloquezcan y se ahoguen en el ártico, todo eso puede ser
real, pero si nadie lo siente, entonces no ha pasado. Las personas sí sienten,
todo el tiempo sentimos, hay un punto de separación donde las acciones pierden
su curso, su sentido, como el plástico derretido, no sabemos por donde empezar
a contar una historia con un desenlace poco feliz. Pero las cosas que traen
cambios en las vidas de aquellos con genuinos sufrimientos debe ser algo fuera
de este mundo. Una droga por otra droga, algunos dirán, yo solo digo que ambas
cosas te pueden hacer sentir amado y querido, y ambas cosas te dan respuestas,
todo depende que es lo que nosotros hacemos con eso. Sí hay adictos a la piedra
colgando los hábitos por que un señor con barba los iluminó, esta bien, sí hay
personas en la sierra que toman hongos o simplemente meditan y sienten que
están en conexión con una fuerza cósmica que unifica y da sentido a todo,
tampoco creo que este mal, malo sería creer que todo mundo debe hacer lo mismo,
a la misma hora y al mismo tiempo, eso para mí es el mal en el mundo.
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